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Cristología y pneumatología (Analiza la persona y obra de Cristo y la…
Cristología y pneumatología
(Analiza la persona y obra de Cristo y la persona y obra del Espíritu Santo.)
Discusiones cristológicas de
los primeros siglos del cristianismo
Los primeros siglos, hasta mediados del V, se caracterizan por
las discusiones cristológicas, que intentan explicar la naturaleza divina y humana de Cristo y la relación entre ambas.
conoceremos 6 movimientos filosóficos
Arrianismo (siglo IV)
Arrio, de Alejandría (siglo IV) creía que Cristo es un ser creado. Era de trasfondo neoplatónico (Dios es atemporal).
“Según Arrio, sólo el Padre posee los atributos divinos, los que no pueden ser compartidos; si los pudiera compartir sería divisible, sujeto a cambio y dejaría de ser Dios”
La preocupación principal de Arrio era soteriológica más bien que Cristológica
Para él, Cristo era el modelo, el ejemplo a imitar para lograr la salvación.
Se concebía la idea de un Dios atemporal
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Apolinarismo
Apolinario (310-390), obispo de Laodicea. Era antioqueno
Partiendo de una concepción tricotómica (cuerpo, alma = mente o principio vital impersonal, y espíritu = facultades racionales y asiendo de la personalidad), afirmó que el “logos” había tomado el lugar del espíritu de Jesús.
Postura fue rechazada en 381 en el Concilio Ecuménico de Constantinopla. La cual se basaba en 1 Ts 5:23
Esto mutilaba la humanidad de Jesús.
Docetistas (siglos I y II)
Influenciados por la filosofía griega.
Aceptaban la divinidad de Cristo pero negaban su humanidad. Cristo aparentaba ser un ser humano pero no lo era.
Otros sostenían que Cristo se posesionó de Jesús en su bautismo y lo abandonó en la cruz.
Consideraban que había un dualismo en
Cristo, lo trasladaban al hombre. El hombre era cuerpo y alma.
observan a un Dios atemporal
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Nestorianismo
Nestorio (386-451) patriarca de Constantinopla propuso, en reacción al apolinarismo, que Cristo era dos personas, una divina y una humana unidas en forma accidental pero independientes.
Las enseñanzas de Nestorio fueron condenadas en Efeso, en 431.
Los ebionitas (siglo II)
Cristianos de origen judío que negaban la divinidad de Cristo
y su preexistencia ( De posible influencia gnóstica ).
Para ellos Jesús habría sido adoptado por Dios en su bautismo. Cristo era un profeta que presentó un ejemplo de obediencia. La salvación no es por gracia sino por la obediencia.
Consideran a Dios como un ser atemporal, a Cristo humano, al hombre pecador el cual debe
hacerse cargo de su salvación y por último la salvación es por las obras.
Eutiquismo (monofisismo)
Eutiques (378-450), opuesto a Nestorio, sostuvo que en Cristo se habían fusionado las dos naturalezas en una, al ser absorbida la naturaleza humana por la divina.
En la práctica implicaba negar las dos naturalezas en Cristo y la reducía a su naturaleza divina.
El concilio de Calcedonia propuso en el 451 que Cristo era verdaderamente Dios y verdaderamente hombre, con dos naturalezas “sin confusión, sin cambio, sin división, sin separación” pero sólo una persona.
Esta se constituyó en la postura ortodoxa de la iglesia por los siguientes 13 siglos.
La obra del Espíritu Santo
La obra del Espíritu en el creyente
Jesús hizo sus milagros a través del poder del Espíritu (Mt12:28; cf. contexto, vv. 22-27).
El Espíritu convence de pecado, de justicia y de juicio (Jn 16:8- 11).
El Espíritu es el que produce el nuevo nacimiento (Jn 3:3, 5-6)
El Espíritu conduce la misión. Jesús les dijo a sus discípulos que era mejor que él se fuera para que envíe al Consolador (Jn 16:7)
El Espíritu Santo obra la santificación: Romanos 8:2
El Espíritu Santo educa al creyente, guiándolo a la verdad (Jn 14:16-17, 26; 15:26; 16:13-14).
Nota sobre el bautismo del Espíritu
El bautismo del Espíritu Santo, así como la venida o recepción del Espíritu y el ser llenos del Espíritu son todas expresiones equivalentes. Véase Hch 1:5, 8; 2:4. (Cornelio y su familia: Hch 10:44-47).
Según 1 Co 12:13: Todos los creyentes fueron “bautizados en un mismo Espíritu”.
El ser lleno del Espíritu no implica necesariamente
manifestaciones milagrosas como algunos pudieran pensar.
Jesús mismo, en Lc 4:1, fue “lleno del Espíritu Santo” cuando
es llevado al desierto. Pero no hay manifestaciones especiales externas.
La revelación del poder del Espíritu en forma del don de lenguas, más que una experiencia universal, se presenta en el NT como parte de la necesidad de testificar a todos los rincones de la tierra y esparcir el mensaje por todo el mundo.
Es interesante señalar que la imposición de manos
tuvo lugar en contextos donde estaban uniéndose a la iglesia discípulos de Juan el Bautista (Hch 19:1-7), gentiles (Hch 8:12- 17) o Pablo, que hasta ese momento había sido un perseguidor de la iglesia.
"En el NT el ‘bautismo en el Espíritu Santo’ no
puede ser identificado estrictamente con el bautismo por inmersión porque se diferencia explícitamente de él. Aunque los dos son símbolos, uno es un rito exterior, el otro es la descripción de una interacción interna del creyente con el Espíritu Santo”.
La obra del Espíritu en la vida de Jesús
La encarnación misma de Cristo fue obra del Espíritu Santo: (Lc 1:35; Mt 1:18; 1:20).
El Espíritu Santo también actúa en Juan el Bautista, quien anunciaría a Jesús: (Lc
1:15; Mr 1:8; Mt 3:11; Lc 3:16).
El Espíritu está presente en el bautismo de Jesús (Mt 3:16; Mr 1:10; Lc 3:22; Jn 1:32). Fue conducido por el Espíritu al desierto para ser tentado (Mt 4:1; Lc 4:1-2)(Mr 1:12).
Los dones del Espíritu
Características de los dones (1 Co 12 y 14):
Los dones se conceden al cuerpo de la iglesia. No son para beneficio personal (12:7; 14:5, 12).
Nadie tiene todos los dones (12:14-21), ni hay un don que se le conceda a todas las personas (12:28-30). Los miembros se necesitan unos a otros (12:11).
El Espíritu Santo en el AT
No siempre resulta obvio que en el AT la expresión “Espíritu de
Dios” se refiera a una persona. Pero a veces el NT aclara que esa expresión se refiere realmente a la persona del Espíritu.(Compare Joel 2 con Hechos 2.)
El Espíritu participa en la creación (Gn 1:2) e Inspira las Escrituras(2 P 1:21).
El Espíritu Santo dotó de habilidades: Éx 31:3-5 (cf. Zac 4:6)El Espíritu Santo se relaciona con la capacidad de administrar, liderar y batallar: (Gn 41:38; Dt 34:9).
Se lo vincula a la obra del Mesías:
• Isaías 11:2-5 (cf. 42:1-4; 61:1-3; Lucas 4:18-21)
Convierte a las personas y las vincula pactualmente con Dios: • Ezequiel 36:26-28. El Espíritu Santo es prometido en la lluvia temprana y la tardía: (Joel 2:28-30)
Cristología: Divinidad y Humanidad
Según Mt 8:23-27, “¿Qué clase de hombre es éste, que hasta los vientos y las olas le obedecen?”, la encarnación de Cristo es como un misterio.
1 Timoteo 3:16, menciona que," grande es el misterio de la piedad".
La divinidad de Cristo en el AT: Isaías 9:6; Miqueas 5:2; Proverbios 8, Cristo antes de la encarnación y de la creación (cf. Jn 1:1-3; 1 Co 1:24, 30; Col 1:15-16; Heb 1:1-4).
La divinidad de Cristo en el NT: Juan 1:1-3
"En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios"; Jn 1:18; 5:16-18; 8:58; 20:28; 10:33; Col 2:8 y Heb 1:1-3, 7-8.
Algunas evidencias directas:
La autoridad de su persona (Mt 7:28-29); su autoridad no es derivada (Mt 5:21, 22, 27, 32, 34, 39); tiene autoridad sobre el sábado (Mr 2:28); recibe adoración: Jn 9:35-38; afirmaciones o requerimientos de Jesús (Jn 10:28; 11:"5); perdona pecados (Mr 2:5; cf. 10-11) y lee los corazones: Mr 2:8; Jn 4:29; Jn 2:23-25.
La humanidad de Cristo es evidenciado según: Lc 2:6-7 "nació de parto normal"; Mt 8:24 "dormía"; Jn 4:6 "Cansado del camino"; Jn 19:28 "tenía sed".
Jn 1:14 presenta la encarnación de Cristo, "el verbo fue hecho carne..."; Mt 1:18 "concebido del Espíritu Santo"; Lc 1:35 "el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra..".
La escritura presenta a Cristo como el unigénito(monogenés), según: Lc 7:12; 8:42; 9:38; Jn 1:14, 18; 3:16, 18; Heb 11:17; 1 Jn 4:9. Monogenés = único en su clase. Traducido a veces como “hijo único”
Filipenses 2:5-11, enfatiza dos palabras en el v.7, despojó [lit. vació, gr. kenoō] y semejante [homoioma]. La kenosis no se refiere a un “vaciamiento” de la divinidad de Cristo. Él no se despojó de su divinidad. La kenosis se refiere a la autolimitación en el uso de sus
atributos divinos
Nos centraremos en si tenemos una ¿Igualdad o semejanza en Cristo?
En Heb 2:17, menciona que Cristo, Vino a ser “en todo semejante a sus hermanos”. (El afirmar la humanidad de Cristo no excluye el hecho de que era único.)
Responderemos si ¿Tenía Jesús naturaleza humana pecaminosa como nosotros?
Es necesario conocer como presenta la Biblia al pecado: En la Biblia el pecado puede referirse a un acto (1 Jn 3:4), motivaciones (Mt 6:2), una tendencia heredada (Sal 51:5), y la separación entre Dios y el hombre (Gn 3:8; Is 59:2).
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La naturaleza divino-humana
de Cristo en los primeros siglos
Padres ante-nicenos
Tertuliano de Cartago (ca. 160-ca. 225)
A pesar de su posición anti-filosófica, no estaba totalmente libre de influencias filosóficas.
Tertuliano afirma la unidad entre el Padre y el Hijo, su énfasis en la distinción lo lleva a sugerir que el Hijo está subordinado al Padre.
Considera algún tipo de dualismo en la persona de Jesucristo
Solo la parte humana de Cristo (la carne) está sujeta al sufrimiento y la pasión; su parte espiritual no puede sufrir directamente ni participar en ningún tipo de afecto.
Tertuliano tiene el mérito de proponer de antemano la solución a la relación entre la naturaleza divina y la humana de Cristo: dos naturalezas en una persona, solución que sería adoptada por el Concilio de Calcedonia
Ireneo de Lyon (c. 130-c. 202)
Desarrolló su cristología en
oposición al marcionismo y al gnosticismo.
Considera que el Hijo es el Verbo de Dios o Logos pero no trata el asunto del Logos de manera filosófica o especulativa como lo hace Justino.
Ireneo se enfrenta a una visión adopcionista de Cristo según la cual la parte divina de Cristo es “incomprensible, invisible e impasible” y la parte humana está “sujeta al sufrimiento”.
Orígenes de Alejandría (185-254)
Un filósofo neoplatónico
Orígenes tiene dos énfasis diferentes
en relación con la cristología.
Un énfasis se relaciona con la divinidad
del Hijo y su unidad con el Padre
El segundo énfasis, contra el monarquianismo modalista, se relaciona con la distinción entre el Padre y el Hijo.
Según Orígenes, el Hijo es generado eternamente por el Padre: El Verbo “nació verdaderamente de Él, y deriva de Él lo que Él es,pero sin principio”.
Orígenes creía en la preexistencia de almas racionales que recibían del Hijo la imagen invisible del Dios invisible, una invisibilidad participada
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Justino Mártir (ca. 100-ca. 165)
Fue probablemente el apologista
más destacado del siglo II
Justino concibió este Logos bíblico de forma neoplatónica.
Aparentemente, Justino entendió la encarnación de una manera literal.
Esta comprensión del Logos parece estar muy lejos del Logos bíblico que se puede encontrar en Juan 1. Además se considera que el engendramiento es dado fuera del tiempo, pues es atemporal.
La controversia cristológica
en los siglos IV y V
El Concilio de Nicea (325) interpretó la naturaleza divina de Cristo en el contexto de la encarnación, en términos de la visión típica de la inmutabilidad de Dios de la teología clásica
La consecuencia lógica es que el Verbo, no podía ser un participante real del sufrimiento de Cristo. Solo su parte humana podía sufrir.
. Atanasio (ca. 296-373), el gran defensor del Credo de Nicea y un fervoroso oponente a la causa arriana, apoyó la plena divinidad del Hijo contra
Arrio y sus seguidores, e implícitamente contra el subordinacionismo de Tertuliano y Orígenes.
Asumió la impasibilidad de Dios. Por tanto, si el Logos era Dios como el Padre, no podía experimentar el sufrimiento humano.
Apoyó la misma concepción de Dios
como atemporal que los arrianos.
La idea de un Logos impasible que no podía sufrir y de una humanidad de Cristo que es la única parte sujeta a sufrimiento en el Logos encarnado se convirtió casi en una norma entre los autores cristianos entre el Concilio de Nicea y el Concilio de Calcedonia.
Esta idea ‒la inmutabilidad e impasibilidad del Logos y la mutabilidad y pasibilidad de su carne después de la encarnación‒ estaba presente en la mente de los participantes en el Concilio de Calcedonia (451 d. C.).
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La naturaleza del Espíritu Santo
según Elena G. de White
“La naturaleza del Espíritu Santo es un misterio. En cuanto a estos misterios, demasiado profundos para el entendimiento humano, el silencio es oro”.
“No es esencial para nosotros ser capaces de definir con precisión qué es el Espíritu Santo. Cristo nos dice que el Espíritu es el Consolador, ‘el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre."
Hay tres personas vivientes en el trío celestial; en el nombre de estos tres grandes poderes el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son bautizados los que reciben a Cristo mediante la fe, y esos poderes colaborarán con los súbditos obedientes del cielo en sus esfuerzos por vivir la nueva vida en Cristo”.
“Los eternos dignatarios celestiales—Dios, Cristo y el Espíritu Santo—armándolos [a los discípulos] con algo más que una mera energía mortal... avanzaron con ellos para llevar a cabo la obra y convencer de pecado al mundo”.
En la personalidad del E. S: “Necesitamos comprender que el Espíritu Santo, que es una
persona así como Dios es persona, anda en estos terrenos". “El Espíritu Santo tiene una personalidad, de lo contrario no podría dar testimonio a nuestros espíritus y con nuestros espíritus de que somos hijos de Dios".
“El Espíritu Santo es el Consolador, en el nombre de Cristo. Él personifica a Cristo, pero es una personalidad distinta".
“El príncipe del poder del mal puede ser mantenido en jaque únicamente por el poder de Dios en la tercera persona de la Divinidad, el Espíritu Santo”
La deidad y la personalidad
del Espíritu Santo
El
Espíritu Santo
La deidad
Al estudiar la deidad y personalidad del Espíritu Santo es bueno tener en cuenta que en general lo que se ha negado de estos dos elementos es su personalidad, no su deidad. Esto es lo opuesto de lo que ocurre en la cristología, donde frecuentemente se duda de si es Dios, no de su personalidad.
Nadie que crea de alguna forma en el Espíritu Santo ha negado que es divino (al menos porque procede de Dios o porque es una fuerza divina).
Ha veces se ha cuestionado su personalidad. No hay duda de que si es una persona, esta persona es divina.
Hechos 5:3-5; 1 Corintios 3:16-17; 6:!9-20 (Acciones enlazadas al ser humano)
Omnisciencia del Espíritu Santo:
• 1 Corintios 2:10-11 y Juan 16:13. Inspira las Escrituras: • 2 Timoteo 3:16. Asociación con el Padre y el Hijo: • Mateo 28:19; 2 Corintios 13:14
Tiene el poder divino:
• Lucas 1:35. Eternidad:
• Hebreos 9:14. Creador:
• Job 26:13. Regenerador:
• Juan 3:5-8; Tito 3:5.
Personalidad
El paráclētos: Juan 14:26; 15:26; 16:7. (Jesús mismo es paráclētos en 1 Jn 2:1)
El Espíritu Santo reemplazó a Jesús cuando ascendió a los cielos.
El Espíritu Santo tiene parecer: Hch 15:28.
El Espíritu Santo da testimonio: Jn 15:26.
El Espíritu Santo intercede y gime: Ro 8:26
El Espíritu Santo habla, escoge, envía y da órdenes: Hechos 13:2
Enseña y hace recordar: Jn 14:26.
Se le puede mentir: Hch 5:3-4.
Se puede entristecer al Espíritu: Ef 4:30.
El Espíritu Santo convence: Jn 16:8.
Se puede blasfemar contra el Espíritu Santo: Mt 12:31 El Espíritu Santo designa líderes: Hechos 20:28.
Reseña histórica
Los primeros siglos, se habla poco del Espíritu Santo excepto en conexión con la aparición de las Escrituras.
Se asumía frecuentemente que el Espíritu Santo había inspirado una Biblia sin errores y frecuentemente que había poseído a los escritores bíblicos.
Otros reconocían la participación del escritor bíblico, quien utilizaba sus propios recuerdos a los que el Espíritu estimulaba y preservaba de error (Agustín).
A fines del siglo II se pone más énfasis en la divinidad del Espíritu pues aparece mencionado junto al Padre y al Hijo como miembros de la Deidad (Clemente de Roma).
En buena medida la doctrina del Espíritu se desarrolló en conexión con las discusiones trinitarias.
Pero Ireneo (fines del siglo II) todavía lo veía casi como un atributo de Dios (su sabiduría).
Atanasio (c. 276-373) insistió en la completa divinidad del Espíritu en oposición a los Tropici que afirmaban que era un ángel, un espíritu ministrador (Heb 1:14) creado (Am 4:13)
Argumentaba que el Espíritu nos hacía “participantes de Dios” (1 Co 3:16-17), es decir que el Espíritu nos convierte en templo de Dios
Arrio (c. 250-336) consideraba al Espíritu como una hipóstasis (persona) pero de esencia distinta al Padre y al Hijo.
Basilio de Cesarea (330-379) defendió su divinidad
Para Orígenes, el Espíritu fue originado por el Padre mediante Cristo.
Montano, cuando se bautizó, empezó a hablar en lenguas y decía que el Espíritu hablaba a través de él.
Los montanistas fueron un grupo carismático a fines del siglo II. Tertuliano fue su converso más destacado. Los montanistas creían en el don profético y que este aclaraba las Escrituras.
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La obra del Espíritu Santo en
Elena G. de White (algunas declaraciones)
Cristología en el adventisto
¿Naturaleza “pre” o “post” lapsaria?
Las diferencias en cuanto a la naturaleza de Cristo en el adventismo no se refieren a su encarnación, muerte, resurrección, vida sin pecado o a su naturaleza divino-humana.
¿Qué implica la expresión “en todo semejante a sus hermanos” (Heb 2:17)?
Las diferentes posiciones se han conectado con
diferentes énfasis soteriológicos aunque estos pueden que no estén siempre justificados.
Algunos pioneros de la primera etapa como James White, Joseph Bates tenían ideas que comúnmente se denominan como “arrianas” o “semi arrianas”.
En esencia, rechazaban la doctrina de la Trinidad, creían que Cristo era creado (“Hijo”).
Esta clasificación es discutible. Arrio era claramente dualista. Creía que sólo el Padre podía tener los atributos divinos basado en su comprensión de un Dios atemporal, inmutable y completamente simple.
Los pioneros, en cambio, no partían de la ontología
dualista de Arrio.
Su desconfianza provenía de la concepción tradicional de la Trinidad en el cristianismo.
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por ejemplo
“El Espíritu Santo es el representante de Cristo, pero despojado de la personalidad humana e independiente de ella".
“Antes que los discípulos pasen el umbral, debe imprimirse el sagrado nombre, bautizando a los creyentes en el nombre de los tres poderes del mundo celestial".
"El Espíritu iba a ser dado como agente regenerador, y sin esto el sacrificio de Cristo habría sido inútil".
“… El pecado podía ser resistido y vencido únicamente por la poderosa intervención de la tercera persona de la Divinidad". El Espíritu es el que hace eficaz lo que ha sido realizado por el Redentor del mundo.
“La Divinidad se conmovió de piedad por la humanidad, y el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se dieron a sí mismos a la obra de formar un plan de redención".
en
de las cuales
son
además
finalmente
fueron
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por otro lado
seguidamente
finalmente
además
por otro lado
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en otras palabras
finalmente
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posteriormente
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y
en otras palabras
además
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asimismo
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por otra parte
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además
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además
de esta manera
por otra parte
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por ejemplo
pero
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por otra parte
sin embargo
donde
pues
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en ese sentido
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por otra parte
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por otro lado
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además
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por otra parte
seguidamente
por ejemplo
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por otro lado
también
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donde
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por ejemplo
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por otro lado
donde
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y
ante ello
por otra parte
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además
por otra parte
donde
además
por otra parte
donde
y
además
donde
finalmente
además
seguidamente
por ejemplo
de esa manera
por otro lado
finalmente
