Estaba formada por los caballeros, que eran vasallos del rey, es decir, que dependían de él. Los reyes confiaron la defensa de cada territorio a los nobles. Estos les juraban fidelidad y, a cambio, recibían tierras. Vivían en castillos y la guerra era su principal actividad. Luchaban a caballo y sus armas eran la lanza, el escudo y la maza.