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Complejidades educativas emergentes y caóticas. Carlos Calvo Muñoz -…
Complejidades educativas emergentes y caóticas.
Carlos Calvo Muñoz
Confusiones escolares y tendencias educacionales.
• Las pruebas escritas y las interrogaciones orales eran el medio usado para controlar nuestra conducta, atención.
• Poco aprendíamos de los contenidos curriculares, pero nos preparábamos para la vida: descubríamos cómo hacernos invisibles, simpáticos o antipáticos según cual fuera la ocasión.
• La más sutil de las infracciones alterábamos todo el proceso y el profesor perdía la secuencia de su explicación.
• Aparentábamos preocupación sobre algún tema baladí, pero que entusiasmara al profesor.
• La escuela nos dio mucho de aquello que no estaba planificado ni considerado y, por el contrario, nos dio muy poco de lo que se suponía debían entregarnos o ayudarnos a obtener para el bien de nuestro desarrollo personal.
Propensión a aprender: aprender a no aprender.
• Hay experiencias que podríamos llamar positivas: aquellas relacionadas con los aprendizajes de contenidos; sin embargo, no fueron significativas.
• La planificación poco flexible.
• La evaluación represora y no formativa.
• La subordinación a tiempos rígidos y escasos y a espacios restringidos y cerrados.
• La enseñanza lineal sin vuelta atrás.
Emergencia, caos y complejidad.
• La enseñanza escolar es absolutista y agresiva con el profesor y con el alumno, casi no hay lugar para la sensibilidad, la intuición y las sutilezas.
• Es curioso, pero en la escuela donde se siempre se exige “¡silencio!” se hable tanto. No solo el alumno debería estar silencioso, también al profesor se le puede exigir que sea silencioso en su sala, que hable lo menos posible, que diga lo que tiene que decir con el menor número de palabras, de la manera más simple que pueda.
• La aceptación del silencio por parte del profesor significa que deja que sus alumnos piensen en los posibles significados de lo que se le está enseñando.
• Si el alumno aprende a su ritmo hará menos esfuerzo. Valoraremos lo pequeño, lo sutil, lo que opone menos resistencia.
Educación y escolarización.
• La distinción entre educación y escolarización nos permite discriminar características de los procesos de enseñanza y de aprendizaje que de otro modo pasan desapercibidas o son valoradas de manera diferente según como los conceptualicemos.
• La complejidad de los procesos educativos, que no se puede confundir con complicación, exige apertura intelectual para comprender que la enseñanza y el aprendizaje no pueden reducirse a formulas escolares superficiales sin enraizamiento en la curiosidad y exploración lúdica del aprendiente.
• La educación no transmite explicaciones y descripciones de un mundo pre-dado, sino que genera y estabiliza constantemente esos mundos cognitivos mediante los esquemas de distinciones en los cuales sustenta sus explicaciones.
• La escolarización es el ámbito del deber ser, mientras que el de la educación es el del poder ser.
• Las vivencias educacionales es muy diferente al de las escolares. Las educacionales dejan muchas huellas, dibujan patrones diversos y nos marcan para la vida. En cambio, las experiencias escolares casi no nos marcan con recuerdos de cuando aprendimos algo que nos trastornó y nos dejó maravillados.
Práctica docente, complejidad y caos
• La imposición de las normas que regulan a la escuela y el imperio del tiempo escolar, siempre escaso, y el del espacio escolar, normalmente restringido, dificulta la búsqueda genuina que incluye riesgo de fracasar y mucha emoción.
• Por muy rígida que sea la práctica escolar no puede permanecer estática. El mismo devenir docente la desequilibra permitiendo que se abran ventanas por donde es posible la emergencia de situaciones imprevistas y caóticas.
• La valoración del sentido común, la improvisación, la conciencia del cambio para tomar nuevas orientaciones y la reflexión y acción pedagógica contribuye a dar forma a su rol docente.
Fortalezas educativas y debilidades escolares
• El que sabe no teme a la equivocación ni a la ignorancia. El que no sabe y es castigado por ello, no se anima a aprender algo nuevo por el temor a equivocarse.
• La escuela castiga la equivocación y el error. En los procesos educativos se convierten en fuentes de aprendizajes diversos. Si se yerra se busca corregir o no. Si se consigue o no es asunto que queda a la dedicación. La escuela norma como evitar la equivocación. Con ello, estigmatiza al que indaga con libertad.