Tenemos millones de pensamientos durante la vida que se registran de manera automática en nuestra memoria. Este registro es involuntario. Somos libres de decidir dónde ir, qué pensar, qué hacer, pero no somos libres de decidir qué almacenar en nuestra memoria. Cuidar la calidad de lo que quedará registrado en nuestra memoria es más importante que cuidar la cuenta bancaria. En estas usted deposita dinero y en las primeras usted hace los depósitos que financiarán su vida emocional. Todas las experiencias que vivimos no son registradas con la misma intensidad. El fenómeno RAM registra con mayor intensidad las experiencias que produjeron mayor ansiedad. Los registros no se pueden borrar; pueden ser rodeados por otros... Rechazar una persona, rechazar un estímulo estresante, negar un problema... no resuelve el problema, porque queda grabado automáticamente por el fenómeno RAM. Y todo rechazo aumenta el volumen de tensión.