Durante los siglos XVI y XVII el latín sigue siendo la lengua usada en las universidades y, aunque en cada nación se afirma el propio idioma, se le sigue considerando como modelo. La lengua romance será más perfecta cuanto más se acerque al latín. La Iglesia, que en un principio apoya al romance, prohíbe, a partir del Concilio de Trento, la lectura de los libros sagrados traducidos. Pero los escritores, Fray Luis de León y sus contemporáneos, escriben en romance, que es lo que habla el pueblo.
➔ Siglo XVI: lo llenan los reinados de Carlos I (1517-1556) y de Felipe Il (1556-1598). Desde el punto de vista de la historia de la lengua literaria se pueden señalar dos épocas:
• la del reinado de Carlos V; en ella la lengua española alcanza la cota de mayor esplendor; el modelo sigue siendo la norma toledana;
• la época de los grandes místicos, aproximadamente entre 1555 y 1585, que comprende los años del reinado de Felipe II; en esta época predomina un tipo de lenguaje nacional, en el que se imponen las modalidades de Castilla la Vieja.
• En el siglo XVI, frente al estilo del siglo anterior plagado de latinismos en palabras y oraciones, se busca una expresión simplificada usando un pensamiento culto con un lenguaje coloquial. Es la época del Renacimiento en la que se logra el equilibrio entre la forma y el fondo, resumida por Juan de Valdés en "escribo como hablo".
➔ Siglo XVII: Carlos I logró hacer del español una lengua universal. El contacto entre España e Italia era muy intenso en aquella época. No sólo Sicilia y Nápoles pertenecían a España, sino que Roma, Bolonia, etc., eran centros culturales importantes donde nuestros humanistas iban a estudiar. Muchos de nuestros libros se imprimieron en Italia
• Se imita la literatura italiana y la literatura antigua de los clásicos griegos y romanos. Nuestra lengua es influida en esta época por la lengua italiana y entran palabras como cortesano, novela, carnaval
• El nuevo estilo del Barroco vuelve por los caminos de una forma que usa todos los artificios retóricos. Los textos se vuelven difíciles, aunque en esta época el lenguaje, en manos de grandes creadores, llega a su cumbre más alta. Digamos que el lenguaje es el gran protagonista del siglo XVII aplicando todo tipo de recursos: metáforas, alegorías, juegos. Así surgieron las grandes obras de la literatura.