El enfoque funcional abarca aspectos de la comunicación e interacción funcional como: actividades cotidianas, habla conectada, contextos naturales, adecuaciones, oportunidades, uso de habilidades y potencialidades residuales; dichos aspectos son determinados por el contexto del adulto; adicionalmente se tuvieron en cuenta aspectos no verbales de la comunicación como: la kinésia, proxémia, paralinguística, toma de turnos, reparación conversacional, intenciones comunicativas, cohesión coherencia y establecimiento de temas.