Las más importantes de estas citocinas son la interleucina 7 (IL-7), que promueve la supervivencia y, quizás, el cambio de ciclo de baja intensidad de linfocitos T vírgenes, y el factor activador del linfocito B (BAEE), una citocina que pertenece a la familia TNE, que es preciso para la supervivencia del linfocitos B virgen