Deportistas de disciplinas en las que son frecuentes los saltos en diferentes trayectorias, como es el caso del voleibol, baloncesto, bádminton, gimnasia deportiva, etc., son los que obtienen un mayor beneficio en el incremento de la masa ósea, especialmente en las zonas de carga. Dentro de los deportes competitivos son diversos los estudios que apoyan la tesis de que las disciplinas que incluyen actividades de impacto vertical, en las que se ha de soportar el peso del propio cuerpo, son más beneficiosas para la masa ósea que aquellas en las que no hay impacto, como la natación. En la mayoría de estos estudios se valoran en un momento determinado las consecuencias, para el hueso, de la exposición previa a un programa de entrenamiento de disciplinas deportivas de diferente impacto.