Cometemos el error de creer que la desigualdad de género solo afecta a las mujeres, y por más que como mujeres resultamos las principalmente discriminadas y desventajadas en la sociedad en que vivimos también es importante tener en mente que esa misma sociedad impulsa a los hombres a convertirse en lo que es socialmente aceptado y ejemplificado como "macho".
La lucha de las mujeres para la igualdad de género no dará resultado si no incluimos y educamos a los hombres sobre el feminismo y las nuevas masculinades, esas donde no se define masculinidad con un concepto estático sino que se promueve la diversidad y libertad de expresión. Para el avance en la igualdad de género necesitamos la colaboración del género masculidad al ingrementar su participación en las tareas del hogar, cambiar su manera de pensar, dejar actitudes violentas en el pasado y contribuir a la igualdad de oportunidades de las mujeres, fomentando a su vez el respecto a la dignidad humana, cambiando de una perspectiva de "lo normal y el otro" a una de "nosotros".