RIESGOS DE LAS REDES SOCIALES EN LA SALUD MENTAL
la dopamina es un químico producido por nuestros cerebros que tiene un papel relevante en el comportamiento motivador. “Se libera cuando mordemos un alimento delicioso, cuando tenemos sexo, después de ejercitarnos y, aún más importante, cuando tenemos interacciones sociales exitosas. Nos recompensa por comportamientos beneficiosos y nos motiva a repetirlos”.
Por ejemplo, cuando hablamos con amigos o los vemos sonreír, nuestro cerebro automáticamente nos invita a repetir el comportamiento y las experiencias. Esto motiva a las personas a salir en más citas o fiestas con amigos o a buscar nuevas experiencias.
Pero ¿qué pasa cuando tenemos una fuente infinita de estos estímulos sociales? “Cada notificación, ya sea un mensaje de texto o un ‘like’ en Instagram o una notificación de Facebook tiene el potencial de ser un estímulo social positivo y un influjo de dopamina. Si te pones a pensarlo un segundo, quizá has sentido un poco de felicidad o energía cuando algo que publicas recibe muchos “likes” o es compartido por otras personas.
“Si percibimos que una recompensa será entregada de forma aleatoria, y si buscar la recompensa no tiene un alto costo, terminamos revisando habitualmente”, señala el artículo, vinculando este tipo de comportamiento a la adicción a las apuestas, en el que la persona sigue intentando una y otra vez conseguir la recompensa inicial.
“Si prestas atención te podrías encontrar revisando tu teléfono a la primera instancia de aburrimiento, meramente por hábito y los programadores trabajan muy duro para mantenerte haciendo eso".
Entonces, llega un punto en el que las redes sociales se convierten en la fuente interminable de dopamina, incluso alejándonos de otras cosas y reduciendo el impacto de la satisfacción que tienen otras actividades.
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