El soporte narcisista de este contrato se descubre en las
premisas que Freud enuncia en 1914 a propósito del narcisismo.
Escribe que el reconocimiento de las adquisiciones de la cultura
es arrancado al narcisismo con cierta dificultad. No renunciamos nunca al narcisismo, y esto es lo que asegura la continuidad
de las generaciones y de los grupos, funda la identidad de filiación y de afiliación. De esta manera, ante su hijo, los padres
afectuosos renuevan respecto de él "la reivindicación de privilegios abandonados hace mucho tiempo Tres ideas son dignas de atención: la primera, que el individuo es en sí mismo su propio fin, y es al mismo tiempo miembro de una cadena a la que está sometido. La segunda, que los padres hacen de su hijo el portador de sus sueños de deseo no realizados y que el narcisismo primario del hijo se apoya en el de sus padres, así como, a través de éstos, el deseo y el narcisismo de las generaciones precedentes sostuvieron, positiva o negativamente, su venida al mundo
La adherencia narcisista al objeto institucional común
concierne al origen común de los sujetos ligados en el fantasma
familiar.El objeto narcisista común, por sellar el contrato de fundación del vínculo, corre el riesgo, si se privatiza, de destruir la comunidad. La separación que se manifiesta peligrosamente se da en lo referente a la relación con los enunciados fundadores: reformar es refundar; por consiguiente es destruir, en el fantasma, la comunidad institucional. En esta separación, que la vida no puede evitar, los significantes nuevos no están todavía disponibles y no reciben todavía la carga necesaria para cargar el nuevo contrato. En estas situaciones indecisas se utilizan con frecuencia dos salidas: el recurso a la actuación psicosomática o a la actuación ideológica, cada una de las cuales aparece generalmente a falta de la otra.