En el caso de los futbolistas, el golpeo del balón los cambios de dirección en el regate, los movimientos forzados, los saltos con caídas descompensada, los cambios de velocidad y las constantes frenadas, así como el exceso de partidos disputados son factores que pueden desencadenar este tipo de lesión. Por supuesto, una mala preparación física o no haber calentado correctamente antes de la práctica deportiva son factores que pueden favorecer su aparición.