tan blanco su esqueleto seco, hasta el oeste, el caracol camina sin eco.
las recetas letras en las flechas, por la cerradura suben maltrechas
Las mariposas llaman a la Luna,
con luminosidad ninguna.
El forajido gato encinta su pañuelo,
mientras su sombrero, colgado se fue de un pelo.
Llega a la puerta de la cantina,
y su sombra con pegamento lo asesina.