Pon en un cazo la leche, el agua, la mantequilla, la sal y el azúcar, lleva a ebullición a fuego medio. Cuando empiece a hervir retira el cazo del fuego e incorpora la harina, bate con una cuchara de madera o una espátula hasta obtener una masa uniforme. Vuelve a poner el cazo al fuego durante un minuto aproximadamente y sin dejar de remover para secar la masa.
Vierte la masa en un cuenco y empieza a añadir los huevos uno a uno. Debes incorporar a esta masa cuatro huevos, el quinto es para pintar la masa antes de hornear. Añade un huevo y mezcla con una espátula, cuando la masa y el huevo se hayan homogeneizado incorpora el siguiente y así hasta terminar con los cuatro huevos.