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5.El Bienio Conservador y el Frente Popular, 7.La vida cotidiana durante…
5.El Bienio Conservador y el Frente Popular
El bienio conservador.
En septiembre de 1933 el presidente del gobierno, Manuel Azaña, dimitió y se convocaron
El centro derecha ganó las elecciones y apoyado por la CEDA, el partido radical de Alejandro Lerroux se hizo cargo del gobierno.
Y los gobiernos del bienio conservador modificaron o suspendieron reformas del periodo anterior.
La tensión entre izquierda y derecha se materializó en la revolución de octubre de 1934, que se produjo después de que Lerroux nombrará tres ministros de la ceda
Los partidos de izquierda convocaron una huelga revolucionaria para contrarrestar el supuesto peligro que implicaba la CEDA para la República.
En Cataluña, el gobierno autónomo se sumó a la insurrección y Lluís Companys proclamó el estado catalán dentro de la República Federal española
La revolución triunfó en Asturias, donde la organización obrera ocuparon la cuenca minera para crear un gobierno revolucionario.
Tras sofocar la revolución, el gobierno entró en crisis. La diferencia ideológica y la corrupción en el partido radical pusieron fin a la coalición gobernante y se convocaron nuevas elecciones generales para febrero de 1936.
El frente popular.
Los grupos políticos de izquierda se presentaron a las elecciones de 1936 unidos en el frente popular, integrado por socialistas, comunistas, republicanos de izquierda y algunas fuerzas nacionalistas.
En la derecha habían ido ganando peso los líderes extremistas: José calvo Sotelo y José Antonio primo de rivera, líder del partido de orientación fascista, falange española.
El nuevo gobierno reemprendió la política de reformas y liberó a las personas encarceladas por la revolución de octubre de 1934.
El 12 de junio de 1936 varios pistoleros de la derecha asesinaron en plena Calle al teniente Castillo, conocido militar de izquierda. Un día después, los compañeros del teniente Castillo asesinaron a Calvo Sotelo, líder de la derecha.
Éste acontecimiento precipitó la sublevación de las tropas españolas del norte de África el 17 de julio de 1936, dirigida por el general Francisco franco
7.La vida cotidiana durante la guerra
El hambre.
La guerra fue un tiempo de hambre.
El abastecimiento de alimentos supuso un grave problema ya que el bando sublevado dominó desde el principio las principales zonas cerealistas y ganaderas.
Pronto se produjo el acaparamiento de víveres por parte de los productores con el objetivo de venderlos a mayor precio y así apareció el mercado negro.
Los terrenos vacíos, e incluso algunos lugares públicos, como el ruido de la plaza de toros de Madrid, se convirtieron en huertos.
Algunos alimentos como el azúcar solo se podían adquirir con receta médica.
En la zona sublevada no había estos problemas, pero escaseaban la ropa y el calzado
Los bombardeos
Los habitantes de las ciudades situadas en la zona republicana vivieron bajo el terror constante de resultar heridos o muertos en un bombardeo.
Madrid y Barcelona fueron las ciudades más afectadas.
Se construyeron refugios nuevos, algunos de los cuales contaban con servicio y enfermería. - La población buscaba refugio en los sótanos de los edificios y en las estaciones de metro
Represalias en ambos bandos.
La vida cotidiana también se vio alterada por las continúas requisas y represalias que tuvieron lugar en ambos bandos contra los simpatizantes de la otra zona.
La forma más común de represalia fueron los paseos, un grupo armado sacaba de su domicilio a una persona y con el pretexto de llevarla a dar un paseo, se alejaban de la localidad y la asesinaban.
En ambos bandos muchas personas fueron denunciadas por pertenecer o simpatizar con el adversario y acabaron ejecutadas.
Las personas fusiladas solían ser enterradas en fosas comunes por la noche y sin ningún tipo de identificación.
Aún hoy se exhuman cadáveres de muchos de estos enterramientos anónimos.
Saber más. Guerra y protección del patrimonio.
La protección del patrimonio artístico y cultural español se convirtió en un objeto del gobierno republicano.
Para evitar su destrucción, algunos lugares y monumentos de Madrid se protegieron con parapetos y sacos de tierra, como la Fuente de Cibeles y Neptuno y el museo del Prado. - Cuando estas medidas se consideraron insuficientes, la obra más importante se trasladaron a zonas más seguras, como Valencia y Barcelona y finalmente a Ginebra.
6.La Guerra Civil
El golpe de Estado y la división de España.
La sublevación del ejército de África se trasladó a la península el 18 de julio de 1936. - El golpe protagonizado por los generales Sanjurjo, franco y mola fue apoyado por una parte del ejército.
España quedó dividida en dos zona:
La zona dominada por los sublevados, que se auto denominaron nacionales, abarcaba el norte de Castilla, Galicia, el noroeste de Extremadura y algunas ciudades de Andalucía occidental..
Los republicanos controlaban gran parte de Aragón, El norte de España, Cataluña, la zona levantina, Madrid y casi toda Andalucía
Política y economía en ambas zonas.
Tras el estallido de la guerra, la autoridad del gobierno republicano prácticamente desapareció. - Los sindicatos y algunas organizaciones populares aprovecharon para realizar una revolución social y expropiaron fincas y fábricas.
Se organizaron milicias populares para defender la República.
Meses después se creó el ejército popular, en el que se englobaron las milicias.
En la zona sublevada para unificar el mando se creó en Burgos la junta de defensa nacional. - En el otoño de 1936 la junta nombró a franco jefe de todos los ejércitos con el título de generalísimo y jefe del gobierno y del Estado con plenos poderes.
La zona sublevada apenas contaba con el 20 % de la producción industrial de España, pero disponía del 70 % de la producción agrícola y ganadera.
La internacionalización del conflicto
Cuando estalló la guerra civil española, en otros países la opinión pública se dividió entre personas que defendían al gobierno legítimo de la República y los partidarios de los sublevados. - El Reino Unido y Francia convocaron una conferencia en la que se firmó un acuerdo de no intervención para evitar que el conflicto se extendiese a otros países europeos.
Sin embargo, el acuerdo se incumplió y ambos bandos obtuvieron ayuda exterior:
Los sublevados recibieron armas y soldados de la Italia fascista y de la Alemania nazi.
La República obtuvo material bélico y asesoramiento militar de la URSS
Además, personas extranjeras se alistaron en las brigadas internacionales, un cuerpo de combatientes organizado por la Internacional comunista, con sede en París.