La felicidad humana está directamente relacionada con la naturaleza del ser humano. El ser humano consta de un parte racional y otra irracional, cada una de estas partes pueden ser conducidas a la excelencia o virtud, por ello hablará de dos tipos de virtudes. Las mejores son las virtudes relacionadas con nuestra parte racional, llamadas virtudes dianoéticas, ellas marcan el ideal de la felicidad pero no son asequibles sin el concurso de las virtudes morales o éticas, es decir, las que tiene que ver con las conductas concretas. La virtud ética consiste en la capacidad para escoger el justo medio entre dos términos. El término medio se presenta así como la acción más racional y adecuada en cada situación.