Análisis fundamental:
A nivel de inversión, es el que más aceptación tiene, especialmente porque sirve para analizar tanto empresas grandes como empresas pequeñas. Se basa tanto en factores macroeconómicos (crecimiento de la economía, crecimiento sectorial, inflación, déficit fiscal…) como en factores propios de la organización (valor en libros de los activos, deuda, etc.) Su principal objetivo es conocer si el precio actual de una acción está por encima o por debajo de su valor real para saber si la empresa tiene un futuro alcista o bajista.
Análisis técnico;
El análisis técnico se basa en la evidencia histórica del precio de una acción. Solo sirve en empresas cotizadas que tengan un cierto recorrido en bolsa. En este sentido, los analistas técnicos piensan que toda la información sobre una compañía está recogida en el precio de la acción.Su comportamiento se basa, por tanto, en esta única variable, que será la importante a la hora de invertir.