Se debe incorporar información proveniente del auto reporte de los evaluados, ya sea a través de entrevistas estructuradas o pruebas psicológicas, así como información basada en las observaciones de terceros y el análisis de fuentes colaterales, tales como registros médicos, escolares, antecedentes judiciales, etc.
Es así como el uso de múltiples mediciones en la evaluación psicológica forense puede servir para mejorar la precisión en la medición de ciertas características, síntomas o comportamientos, así como para verificar hipótesis que se pudieron haber generado en parte por las observaciones basadas en una o más de estas mediciones.
En esta misma línea, otro de los principios enfatiza en la necesidad de seleccionar fuentes de datos basados en criterios como:
La relevancia
Juicio cualitativo que implanta las bases lógicas sobre las cuales se establece una conexión entre un constructo psicológico y un constructo o pregunta legal relevante
La Confiabilidad
Los estándares de aceptación son mucho más elevados que en el ámbito clínico, exigiendo que los instrumentos cumplan con una serie de características que garanticen el respaldo científico en su construcción y validación
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