Kant plantea que esto es algo que, de hecho, hacemos, y busca dar una respuesta a la pregunta de con qué derecho lo hacemos.
Su respuesta es que solo admitiendo un "sentido común", una misma capacidad en los seres humanos para reaccionar estéticamente, puede resolverse ese enigma, puede explicarse coherentemente esa pretensión que, de hecho, tenemos.
"sentido común" estético consiste en las mismas facultades que demostramos poseer al conocer, y que son la "imaginación" y el "entendimiento", pero que justamente no las empleamos con el propósito de conocer, sino de forma espontánea, en un juego armónico y libre
si reaccionamos estéticamente es porque lo hacemos de forma subjetiva, y si atribuimos esa misma reacción a los demás es porque poseemos las mismas capacidades que los demás.
Por supuesto que el hecho de que alguno de nosotros experimente la belleza de un poema, de una pieza de música o de un grabado no es en absoluto una garantía de que todos sientan lo mismo.
No es la intención de Kant uniformizar nuestros juicios, ni mucho menos establecerun canon de lo que legítimamente debería valer como una genuina reacción estética
Es importante señalar que, para él, la experiencia estética es autónoma en el sentido de que somos cada uno de nosotros quienes juzgamos y, por ende, solo cada uno de nosotros podrá reconocer la especificidad de su reacción estética.
la experiencia estética es también de tal naturaleza que en la reacción debe tomarse en cuenta a "cada uno de los demás" , pues de otra forma sería meramente privada. Esto resulta esencial: es cada uno quien debe juzgar, pero ateniéndose de alguna forma a que los demás también puedanjuzgar así. podemos afirmar que el juicio estético es intersubjetivo y que existe una dimensión no objetivable de nuestra experiencia que, sin embargo, legítimamente podríamos compartir con otros. En tal sentido, la experiencia estética es pública, plural, concierne a todos.