El razonamiento es el siguiente: al final del año I el inversor, antes de vender la producción, tiene comprometidos $3.118 en su negocio –los $1.300 originales más sus intereses, más los $1.688 que debió gastar ese año– y obtiene ingresos por ventas de $2.300. Con esto, después de vendida la producción tiene invertidos, en efecto, $818 en el negocio. Al finalizar el año II tiene invertidos los $818 más sus intereses por ese año, más lo efectivamente gastado ese año ($1.704), de modo que el capital total invertido antes de vender su producción es de $2.603,08; con las ventas de $2.300, el capital comprometido al comenzar el tercer año es de $303,8. Y así, sucesivamente, hasta que al final del tercer año se encuentra con un capital restante de $245,50