El proceso de aprender y transmitir cultura y que se reproduzca a través de las nuevas generaciones permite la adquisición de reglas, normas y formas de comportamiento que deben seguir los individuos dentro de la sociedad. Estas formas de actuar, sentir y ver el mundo se van adquiriendo desde el momento mismo de nacimiento. La socialización forma parte fundamental de este proceso. Después de convivir con los padres y la familia, vienen otros referentes como la escuela, los vecinos, los medios masivos de comunicación y diferentes instituciones, entre otras, que implican una serie de relaciones que van haciendo a los individuos seres sociables. La enculturación nos lleva a la introducción del conocimiento cultural del grupo al cual pertenece, e implica desde el aprendizaje de normas de conducta hasta la adquisición de la cosmovisión de la sociedad. Tanto la enculturación como la socialización son procesos que sirven para explicar la transmisión de los patrones culturales.