Se relaciona con su experiencia vivida en el contexto sudafricano. Como estudiante de política y cultura africana en los años setenta, inspira su obra teatral y artística en temas de opresión como la esclavitud o el colonialismo de manera sutil y metafórica. Sus cortometrajes están ambientados en la época industrial y minera en Johannesburgo, emblema de abuso e injusticia. Actualmente, sus obras refuerzan su deber moralista y político en respuesta a una época de terribles convulsiones, violencia masiva, e incertidumbre como lo fue el Apartheid. Sus obras en sí no ilustran este hito histórico, pero sí comunican su deber mediante metáforas.