Es aprender y atreverse a decir la palabra propia, palabra que es problematizadora, creadora de cultura, palabra que es transformadora; pronunciar la palabra verdadera que transforma el mundo, requiere sacrificio y disciplina, ya que es un proceso complejo donde los hombres se van formando y transformando al pronunciar su propia palabra, pero aquella palabra que no es palabra repetida, memorizada, mecanizada, sino aquella que es resultado de un proceso dialéctico, de la praxis, que es resultado de su contacto y conocimiento del mundo, no de pronunciar palabras falsas que mantienen la situación de opresión, la palabra que pronuncia el alfabetizando es palabra que denuncia y anuncia que es esperanza mediada por el trabajo y la consciencia de su importancia histórica, palabra que refleja su permanente estado de liberación.
se necesita de un equipo de trabajo que lleve a cabo el proceso de observación, donde los investigadores-alfabetizadores investiguen el pensamiento-lenguaje de la comunidad a la que pertenece el grupo de alfabetizandos