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Orientación nutricional en el embarazo y lactancia - Coggle Diagram
Orientación nutricional en el embarazo y lactancia
En la lactancia...
La leche materna debe garantizar la adecuada nutrición del lactante como continuación de la nutrición intrauterina
Las necesidades nutricionales del recién nacido son más altas que en cualquier otra etapa de su desarrollo.
Durante la lactancia las glándulas mamarias tienen una cierta autonomía metabólica que garantiza la adecuada composición de la leche.
Las variaciones de la dieta de la madre pueden cambiar el perfil de los ácidos grasos y algunos micronutrientes, pero no se relacionan con la cantidad de leche ni con su calidad.
El cuerpo de la madre siempre prioriza las necesidades del bebé y, por ello, la mayoría de los nutrientes, como el hierro, el cinc, el folato, el calcio y el cobre se siguen excretando en la leche en un nivel adecuado y estable, a expensas de los depósitos maternos.
La energía, las proteínas y todos los nutrientes de la leche provienen tanto de la dieta como de las propias reservas maternas.
En el embarazo...
Las adolescentes son gestantes de alto riesgo, puesto que se siguen desarrollando y aún no han alcanzado su madurez fisiológica
Sus necesidades nutricionales son mayor a los de una mujer adulta
Son mayores sus necesidades cuando se asocian con un peso insuficiente, anemia y cuando el consumo de nutrientes es deficiente
Si son mayores de 35 años tienen mayores riesgos de salud que nutricionales
Cuando la mujer se embaraza se espera que tenga un adecuado estado nutricional, buena composición corporal y reservas suficientes de nutrientes
Las mujeres saludables y bien nutridas deben ganar entre 10 y 14 kg durante el embarazo, para tener un infante a término con un peso aproximado de 3.3 kg
Alimentación en el embarazo
Energía:
la alimentación de la gestante debe proveer energía para tener un recién nacido saludable. La OMS recomienda una ingesta adicional de 285 kcal/día
Proteínas:
La FAO/OMS/NU, 1985, recomiendan un incremento de 1,3, 6,2 y 10,7 g/día de dosis inocua de proteínas, durante el primer, segundo y tercer trimestre, respectivamente, o un promedio de 6 g/día para todo el embarazo
Grasas:
las grasas aportan entre 20 y 25% a la energía dietaria de la gestante.
La dieta de la gestante debe asegurar un adecuado consumo de ácidos grasos poliinsaturados, incluyendo los ácidos linoléico y linolénico, los cuales se encuentran principalmente en el aceite de semillas, yema de huevo, carne, pescado y mariscos.
Carbohidratos:
aportan entre el 50 y 70% de la energía
. la dieta debe ser rica en carbohidratos complejos (almidones y fibra) y menos del 10% en forma de azúcares simples. Son fuentes en carbohidratos complejos los cereales como quinua, kiwicha, arroz, maíz; tubérculos como la papa, camote, yuca; las leguminosas como lentejas, frejol, garbanzos.
Hierro:
La ingesta dietética recomendada (IDR) de hierro es de 27 mg/día, que usualmente no puede ser cubierta con aporte dietario, haciéndose necesaria su suplementación.
Calcio:
Durante el embarazo, las IDR de calcio para adultas son de 1 000 mg/día, y para las adolescentes de 1 300 mg/día. Es recomendable que el aporte extra sea cubierto con productos lácteos, en lugar de suplementos medicamentosos.
Vitamina D:
La placenta produce vitamina D que favorece el transporte transplacentario del calcio. Las IDRs son similares a la de la mujer normal, 5 µg/ día. No olvidar que la fuente principal de esta vitamina es la luz solar, por lo que, con una exposición regular al sol, se puede aportar cantidades suficientes.
Alimentación en la lactancia
Durante la lactancia las necesidades nutricionales son considerablemente mayores que durante el embarazo. Durante los primeros 4-6 meses de vida el niño dobla el peso alcanzado durante los 9 meses de gestación. La leche producida en los 4 primeros meses de lactancia representa un cúmulo de energía aproximadamente equivalente al gasto energético total de la gestación
Calorías:
El consumo calórico materno recomendado durante la lactancia es de 2.300-2.500cal al día para alimentar un hijo y de 2.600-3.000cal para la lactancia de gemelos.
Proteínas:
El aumento de las necesidades de proteínas durante la lactancia es mínimo en comparación con el de las calorías.
Hidratos de carbono
: La lactosa es el hidrato de carbono predominante en la leche materna y es esencial para la nutrición del cerebro del niño. Aunque la concentración de lactosa es menos variable que la de otros nutrientes, la producción total se reduce en las madres con desnutrición grave
Vitaminas:
La concentración de algunas vitaminas en la leche depende de su nivel en la madre, por lo que una deficiencia materna puede condicionar una deficiencia en el lactante. Esto es especialmente importante para la tiamina (B1), la rivoflavina (B2), la vitamina B6, la B12, la E y la A, y como consecuencia se recomienda un aumento de la ingesta durante la lactancia