Si bien es cierto que es muy probable que las innovaciones se imiten y dejen de ser “originales”, con todos los privilegios que eso conlleva, lo cierto es que se sigue obteniendo una ventaja competitiva en relación con los demás productores, es decir, el objetivo de la innovación es obtener ese momento, aunque pequeño, de monopolio, es decir, mover la curva de la demanda de manera que resulte favorecedora. Por lo que toda innovación está ligada a una finalidad competitiva.