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CAPITULO 2: Antropología Filosófica y Filosofía de la Religión
LA FILOSOFÍA DE LA RELIGIÓN PRESUPONE UNA ANTROPOLOGIA FILOSÓFICA.
La afirmación de que la Filosofía de la ReIigion presupone una Antropología Filosófica proviene de dos razones que se explican la primera como origen, la segunda como fundamentación.
Por origen, la Filosofía de la Religión surge en la edad moderna, edad caracterizada por una clara orientación filosófica hacia el hombre, dejando
atrás la etapa filosófica de orientación hacia el ente
Por fundamentación, el interés de la Filosofía de la Religión así concebida, se centra no en Dios en si mismo sino en la influencia de la idea de la relación con Dios en el hombre, sus características y modos de expresarse en el sujeto.
La Filosofía de la Religión es una autorreflexión de la razón humana sobre la conducta religiosa.
TEORÍA Y PRAXIS
Usaremos un esquema de base que se estudia en la Antropología Filosófica: El hombre como circulación entre teoría y praxis.
Este esquema existía ya entre los griegos.
La autorrealización humana se ve
como un proceso entre dos polos: la teoría y la praxis.
Se entiende por
praxis la realización directa del hombre (que incluye siempre un conocimiento directo), sus pasividades y actividades ante los influjos que experimenta del mundo exterior
Por teoria entendemos la realización refleja del hombre que interpreta, dirige y evalúa su propia praxis individual y colectiva, expresándose en un conocimiento intelectual reflexivo
organizado a través del lenguaje, las ciencias, las artes, la tecnología.
EL HOMBRE COMO SER RELACIONAL CONSIENTE
Reconocemos, desde una antropología filosófica, al hombre como un ser relacionado con la totalidad de su entorno.
No solo como parte de la naturaleza empírica sino como totalidad de relaci6n con el mundo exterior a si e interior a sí mismo
La tendencia fundamental del hombre es a la relación, la misma que se realiza en distintos niveles según el objeto hacia la cual tienda.
Descubrimos cuatro objetos fundamentales, que determinan cuatro "redes" de relaciones que parten desde el hombre mismo como ser individual y consiente Estos objetos de relación son: el mundo, el otro, el yo y 10 sagrado.
La peculiaridad propia del hombre que lo distingue como ser relacional consciente es la capacidad de objetivar la relación.
La conciencia de si es una separación de su mismidad corpórea, de su mismidad interior concebida como "yo" para tematizar esa mismidad
Esta separación, trascendencia, es una capacidad del ser relacional conciente llamado hombre.
NIVELES DE AUTORREALIZACIÓN HUMANA
EI mundo, es el primer objeto de relación según nos lo demuestra
la evolución psico-genética del hombre.
En efecto, en el infante, la primera tendencia a relacionarse, a manipular y reconocer es hacia el medio que lo rodea
Su desarrollo comienza como un identificar el mundo en el que se halla inserto.
EI mundo es para el hombre -en expresión de Levinas- su "casa" , lugar
en el que se ubica, identifica y desarrolla.
Heidegger describe al hombre como "ser en el mundo", no es factible entenderlo sin un mundo, cada hombre determina su mundo como la casa en la que es hombre.
Tal vez, la actividad mas propia del hombre sea construir, identificar un
mundo.
EI otro, relacion etica fundamental que coloca al hombre como un
ser con otros como el.
Levinas señala que esta es la primera y principal
relación en el hombre, pues desde el vientre materno y aun antes, en cuanto a priori frente al Otro absoluto que posibilita su existencia, el
hombre es un ser relacionado.
El otro nos ensena, nos señala el mundo
y nos cuestiona radicalmente con su rostro que es la expresión de un imperativo moral incondicionado
SOBRE EL ORIGEN DE LA RELIGIÓN
EI planteamiento del origen de la religión adviene a la Filosofía de
la religión como una reminiscencia de la época en la cual nace, época marcada por la Ilustracion.
Las explicaciones sobre el origen de la religión parten de un supuesto empírico, que se desenvuelve en un doble hecho:
Por un lado la
explicación científica de sectores de la vida humana, por otro lado, la contingencia o finitud del hombre presente en sus actos, comprensión
vital o incluso en las posibles constituciones de sentido que formula.
Las explicaciones sobre el origen de la religión son siempre funcionales y parece que este enfoque termina reduciendo la religión a un producto del hombre que da respuesta a su contingencia vital