LA PRIMERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
El capital
La mentalidad
La legislación
Las materias primas
La mano de obra
La primera máquina a vapor
Trabajo especializado
Nuevas fuentes de energía
Medios de transporte y la expansión del mercado
¿Cómo cambió la vida tras la Revolución industrial?
Momento propicio
Cambios técnicos que hicieron posible la Revolución industrial
Durante los siglos XVIII y XIX la mentalidad de las personas se orientaba por la ética protestante, que, a diferencia de la ética católica, planteaba que era honorable obtener ganancias y acumular capital
La legislación de Gran Bretaña época favorecía el comercio exterior en mayor medida que la de otros países. permitió incentivar el comercio, principalmente naviero, ya que poseía naves y puertos adecuados.
Los inversionistas europeos del norte acumularon riquezas por los metales preciosos que extrajeron de América y por las ganancias que obtuvieron por la trata de esclavos africanos.
La agricultura se desarrollaron de tal manera que se podía alimentar a una población creciente que no trabajara en el campo esta actividad requería de muy poca fuerza laboral, por lo que los campesinos se vieron obligados a migrar a las ciudades para no morir de hambre.
Inglaterra contaba con yacimientos de hierro y abundante carbón mineral, que fueron las fuentes de energía utilizadas para poner en marcha las primeras máquinas.
Máquinas mucho más potentes permitieron sustituir la energía humana. . Las primeras que aparecieron fueron hiladoras y tejedoras, movidas por fuerza hidráulica.
Inglaterra escapó de esta destrucción porque se concentró en ampliar sus mercados y en vender productos a los países afectados por la guerra.
Fue el resultado de la conjunción de dos de los principales avances de la Revolución industrial: la máquina de vapor, que se usaba para la propulsión de la locomotora; y, el trabajo con hierro, que era la materia prima tanto del tren como de los rieles
la sustitución del trabajo artesanal por la industrial. Los productos que se elaboraban de modo casero o en pequeños talleres comenzaron a realizarse en grandes establecimientos -las fábricas- donde los obreros asalariados hacían todo tipo de mercaderías, desde telas hasta cacerolas. Los empresarios invertían el capital en la instalación de su empresa, en la compra de materias primas y en los salarios.
A comienzos del siglo XVIII, el inglés Thomas Newcomen ideó una máquina que, movida por la fuerza del vapor, bombeaba el agua que se acumulaba en las minas de carbón.
Anteriormente, para producir bienes o para el transporte se usaba la energía humana o animal, el agua y el viento. Pero, durante la Revolución industrial, el uso de máquinas accionadas por energía inorgánica -como la locomotora a vapor
Con la creación del trabajo industrial, los obreros dejaron de realizar un trabajo completo, es decir que ya no participaban en todo el proceso de elaboración de un producto.
Esto generó un trabajo más eficiente y una producción más económica, aunque resultaba más monótono.
La Revolución industrial supuso un importante cambio en el transporte. Como el ferrocarril se convirtió en un medio rápido, seguro y barato