En sus conocidas Doctrinas Humorales de Personalidad. Estas Doctrinas establecen que el cuerpo humano está compuesto por cuatro humores: sangre, bilis amarilla, bilis negra y flema, que a su vez corresponden a los siguientes elementos de la naturaleza, respectivamente: aire, tierra, fuego y agua, y que de acuerdo al humor que predomine en cada individuo, éste presentará alguno de los cuatro tipos de temperamento y personalidad: sanguíneo y optimista, melancólico y triste, colérico e iracundo, y flemático y apático.