Régimen de sanción aplicable a los delitos públicos: En función de la gravedad del crimen, las opciones de castigo variaban en una amplia gama, desde las penas capitales, hasta sanciones menores, como la inhabilitación para ciertos actos o funciones. Eran penas capitales: el último suplicio (muerte por fuego), la decapitación, el despeñamiento desde una roca y la muerte causada por bestias feroces. La pena más próxima a la muerte era la condena al trabajo en las minas, a ésta le seguían la deportación a perpetuidad o temporal en una ila y la deportación simple.