Materia y forma Cada objeto, cada cosa se compone según él, de dos principios: la materia y la forma (así, la estatua es hecha de bronce al que se ha dado forma). El mundo reposa sobre un substrato pasivo e indeterminado: “la materia primera”. Sin embargo, tal materia no existe más que en la abstracción; en realidad, se halla determinada (y lo es por toda la eternidad) por la actividad de las formas, que son por sí mismas inmateriales. La materia es la posibilidad, la capacidad del objeto; la forma ideal es la realidad del objeto. La posibilidad se convierte en realidad gracias al movimiento: la forma se vuelve material, la materia reviste una forma. Aunque Aristóteles liga las formas a la materia, no deja de existir por ello, a su juicio, una forma pura, vale decir, desprovista de materia y forma de todas las formas.