“A partir de la década de 1970 se realizaron estudios de sociología política y rural, sobre la marginalidad social, el sindicalismo, la dependencia económica, la industrialización, la tecnología y la inserción de la Argentina en la economía mundial. Tras el golpe de 1976, estos temas debieron ser abandonados. Los profesionales y los estudiantes de la UBA se dedicaron a investigar sobre los problemas de la familia, el alcoholismo y la drogadicción. Los investigadores excluidos de la universidad, algunos de los cuales se exiliaron en el exterior, continuaban estudiando la estructura social, el rol social y político de la burguesía, las alianzas políticas y la organización sindical. En la década de 1990, la investigación sociológica argentina se dispersó en múltiples temáticas como la historia del sindicalismo, el mercado laboral, la ideología autoritaria, los golpes de Estado, los derechos humanos, los movimientos sociales, las clases populares y las tecnologías de la información.” (González, 2018, pág. 57).