En estas circunstancias, la educación se presenta como un medio para revalorizar lo concreto de cada realidad situada y la agregación causada por la dinámica globalizante. La educación del Siglo XXI supone la atención a los aprendizajes de orden conceptual, procedimental
y actitudinal para la formación de profesionales competentes y, a la vez, la hominización necesaria para la ciudadanía, la apreciación de la diversidad y la paz (Delors, 1996).