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Lesión de los ligamento cruzados Lesiones-ligamento-Cruzado-LCA-02, índice…
Lesión de los ligamento cruzados
La rodilla está localizada donde la punta del hueso del muslo (fémur) se une con la parte superior de la espinilla (tibia). Cuatro ligamentos principales conectan estos dos huesos:
Ligamento colateral medial (LCM), que corre a lo largo de la parte interna de la rodilla y evita que ésta se doble hacia afuera.
Ligamento colateral lateral (LCL), que corre a lo largo de la parte externa de la rodilla y evita que ésta se doble hacia adentro.
Ligamento cruzado anterior (LCA), que está en la parte media de la rodilla. Impide que la tibia se deslice hacia afuera frente al fémur.
Ligamento cruzado posterior (LCP), que trabaja junto con el LCA e impide que la tibia se deslice hacia atrás por debajo del fémur.
Se llama ligamento cruzado a cada una de las dos cuerdas que unen el hueso del fémur con el hueso de la tibia, en la profundidad de la articulación de la rodilla.
El cruzado anterior comienza en la parte trasera del fémur y acaba en la parte delantera de la tibia. El cruzado posterior tiene una dirección contraria, es decir, comienza en la parte delantera del hueso femoral, y acaba en la parte trasera del tibial.
El dolor de la rotura de un ligamento cruzado desaparece en días o semanas. Si no se trata adecuadamente, la inestabilidad residual provocará dolor, pero ya por roce de cartílagos o roturas meniscales.
La función de estas cuerdas es dar estabilidad a la rodilla, evitando que la pierna se mueva hacia delante o hacia atrás, cuando la sometemos a un esfuerzo.
Las lesiones de los ligamentos se llaman esguinces, y constituyen un desgarro de éstos. Pueden ser de alguna de sus fibras (rotura parcial) o de todas (rotura completa). La gravedad del esguince la indica el grado de movilidad anormal de la rodilla al explorarla.
La lesión del ligamento cruciforme anterior (LCA) se puede describir como el desgarre parcial o completo o el desprendimiento total o avulsión de las partes óseas que forman la rodilla
El cruzado anterior es el que con más frecuencia se rompe, y se produce normalmente en los deportistas que sufren una torcedura, muchas veces por desplazar el cuerpo respecto a la pierna que está fija en el suelo: aterrizar de un salto, bloquearse un esquí, entrada fuerte de un contrario en el fútbol, etc.
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El ligamento cruzado posterior (LCP) es el ligamento más fuerte de la rodilla y se extiende desde la superficie posterosuperior de la tibia (hueso entre la rodilla y el tobillo) hasta la superficie frontal inferior del fémur (hueso que se extiende desde la pelvis hasta la rodilla).
El ligamento cruzado posterior generalmente se lesiona por extensión excesiva de la rodilla (hiperextensión), lo cual puede suceder si usted aterriza torpemente después de saltar.
El LCP también puede resultar lesionado por un golpe directo a la rodilla flexionada, como aplastar o romperse la rodilla en un accidente automovilístico (llamado "lesión de la articulación de la rodilla contra el tablero de
instrumentos") o caer con fuerza sobre una rodilla doblada.
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El test que se obtiene habitualmente es la maniobra de Lachmann: el médico flexiona ligeramente la rodilla y tira de la tibia hacia adelante. Si la tibia se desplaza hacia adelante respecto a la pierna sana, el test es positivo. Con esta prueba, se puede evaluar el grado de inestabilidad clínica o laxitud, que es la cantidad de desplazamiento anormal que el médico detecta.
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Test exploratorios para el cruzado posterior: El más específico es el cajón posterior: con el paciente tumbado y la cadera y rodilla dobladas en ángulo recto, el médico presiona la pierna hacia abajo. Si se desplaza más que la pierna sana, el test es positivo. Permite también evaluar el grado de inestabilidad clínica.
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