“Fueron experiencias un poco frustrantes algunas veces porque incluso los niños que en el salón tenían […] un buen comportamiento, un buen resultado, buen rendimiento en cuanto lo académico, pues yo me imagino […] la misma situación que estaban viviendo, cambiaron mucho, o sea niños y niñas que en el salón eran estén pues muy participativos y todo, ya se volvieron apáticos, o sea ya sin ganas de hacer las cosas y deveras que terminamos así ¡oh! Así ya casi, casi empujándolos porque ya nadie quería hacer nada, ya se habían fastidiado [...] más que nada estén lograr que ellos participen, lograr que ellos se interesen, lograr que ellos aprendan, porque pues en sí, es lo que comentábamos nosotros como maestros, a veces tú le das de más, de más, de más al niño y el niño no puede con todo” (Mtra. Selene, entrevista, 31/08/31).