la finalidad sea la misma, es decir, lograr un pico de forma en la competición, estas organizaciones son notablemente distintas entre ellas y se rigen por los distintos modelos de periodización que marcarán un plan de cargas a seguir para llegar en óptimo estado a la competición. Dentro del proceso que engloba la periodización deportiva nos encontramos con multitud de propuestas, pero todas ellas parten de la evolución de un primer modelo de aplicación de cargas regulares propuesto por Matveev (modelo tradicional) hacia otros más contempéranos (cargas concentradas: diseño en bloques, ATR, donde su planteamiento nace a raíz de las necesidades impuestas por los calendarios organizativos y su mayor frecuencia competitiva, además de las necesidades de especialización de los deportistas altamente entrenados para seguir mejorando.
Todo el proceso de planificación gira en torno la competición. El número de ellas será, en gran parte, el que nos va a decantar hacia una forma de periodizar u otra, ya que en función de la importancia que le demos a cada una de ellas, plantearemos distintos picos de forma a lo largo de la temporada. De esta manera, generalmente, el número de competiciones marca en gran parte el número de macrociclos que estructuramos