Clemente se apresurará a decir que no cualesquiera de entre los griegos honraron así a Dios, sino los auténticos filósofos (Heráclito, Sócrates, Platón ... ); porque la filosofía no es mera geometría, astronomía u otros conocimientos de cosas mudables, sino que es «la ciencia del Bien en sí mismo y de la Verdad en sí misma», que no es otro que Dios