Proyección. Tal y como aparece en las fobias, la proyección implica el desplazamiento de un peligro interno real, el peligro de una erupción de material inconsciente, hacia un miedo irracional respecto a algo externo, fácil de identificar y de evitar. Aunque la proyección, como gran parte de las defensas neuróticas, es empleada en cierta medida por personas normales en la vida cotidiana, su uso se ve limitado a actividades tales como buscar chivos expiatorios, equivocarnos respecto a los orígenes de nuestra irritabilidad y sentir que la naturaleza refleja nuestro humor. El tipo de proyección llevado a cabo por el paciente fóbico es mucho más específico, completo e individualista que la proyección empleada en la vida cotidiana y en las reacciones de ansiedad. Señala un defecto básico en las fronteras del yo, defecto que se haces obvio cuando, debido al estrés, surge la regresión. La única situación normal en que la persona normal experimenta una pérdida comparable en los límites del yo es la de soñar cuando se está dormido. El mejor modo de comprenderla preeminencia del desplazamiento y la proyección en las reacciones fóbicas es tomarlos como consecuencia de una represión inadecuada.