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Osmorregulación en Animales
La osmorregulación o regulación osmótica es el mantenimiento de la homeostasis del cuerpo respecto a las concentraciones de soluto y al contenido de agua
Se encarga de mantener un equilibrio entre el agua y las distintas sales o solutos.
La osmorregulación en animales terrestres
Se distinguen dos grupos de animales con distinta tolerancia a la pérdida de humedad:
humídicos y xéricos.
Los animales humídicos
se deshidratan con rapidez en un ambiente seco y permanecen confinados en un microambiente húmedo con abundante cantidad de agua. Pertenecen a este grupo las lombrices de tierra, las babosas, y gran parte de los anfibios y cangrejos de tierra.
*Los animales xéricos
poseen la capacidad de habitar zonas de climas secos con escasa cantidad de agua. Comprenden los reptiles, las aves, los mamíferos, los insectos y los arácnidos
.*
El balance hídrico depende también de la humedad, la temperatura y el viento del entorno.
Obtienen agua corporal de tres formas, bebiéndola directamente, incorporándola junto con los alimentos y produciendo agua metabólica mediante la oxidación de lípidos, carbohidratos y proteínas.
La osmorregulación en los animales terrestres está enfocada a evitar la deshidratación.
La concentración osmótica de la mayoría de estos animales se encuentra en el rango de 200-500 mOsm, aproximadamente un cuarto a un medio menor que la de un animal marino, pero mayor que la de un animal de agua dulce.
La osmorregulación en animales acuáticos
Existen dos estrategias osmorreguladoras básicas
:
el osmoconformismo
y la
osmorregulación.
Los osmoconformistas
habitan en agua que tiene una composición muy estable y, por lo tanto, tienen una osmolaridad interna muy constante. Algunos osmoconformistas son eurihalinos y penetran en aguas salobres tolerando aguas marinas diluidas.
Los animales osmoconformistas
están en equilibrio osmótico con el medio en que viven. Poseen superficies corporales que son permeables a las sales y al agua, de tal forma que sus condiciones internas varían de acuerdo con los cambios en el ambiente externo.
Tanto los invertebrados como los peces regulan en estos ambientes empleando las branquias, órganos excretores.
Los animales acuáticos se han adaptado a gran variedad de hábitats, desde el agua dulce con pocos solutos en disolución.
Los animales que regulan sus flujos de sal y agua, tales como peces y mamíferos marinos, se denominan osmorreguladores.
Los peces óseos pierden agua por ósmosis y contrarrestan la pérdida bebiendo agua salada y excretando el exceso de sal a través de la superficie branquial.
Este mecanismo evita que los animales vertebrados pierden agua mediante la transpiración o la excreción de orina y heces.
La homeostasis de los fluidos corporales depende de la concentración de solutos de los fluidos del cuerpo y tejidos en el estado estacionario y de la concentración de solutos en el medio externo.
