• El desarrollo de la lectura empieza desde el mismo juego, de la comunicación en donde compartir gestos, miradas, sonrisas, arrullos, contacto corporal, cantos, narraciones, balbuceos y las demás interacciones entre el bebé y el adulto cuidador propician la atención conjunta de los dos; es decir, una atención intersubjetiva cargada de intencionalidad comunicativa.
• se trata de reconocer y desarrollar el gesto, el juego y el dibujo 6 como aspectos previos al lenguaje escrito, de presentarles textos completos como su nombre y el de sus compañeros.
• La lectura en sus diferentes formas es necesaria en las aulas: la lectura a través del maestro, la lectura de la imagen, del entorno y además debe ofrecerse a los niños y a las niñas oportunidades para propiciar un acercamiento paulatino y placentero a la lectura literaria, la lectura como experiencia estética desde el contacto con la literatura motiva.
• Los niños y las niñas participan desde muy pequeños en ambientes en los que tienen acceso permanente a la cultura escrita como: avisos de tiendas, marcas de productos, nombres de programas de televisión, disfrutan de juegos de palabras, de rimas, de cantos, pero también de dibujos, tarjetas, cartas para sus amigos y todo aquello en lo que se va orientado el gusto y la necesidad de la lectura y la escritura como elementos significativos en su vida.
• los niños y las niñas tienen una intencionalidad auténtica sobre lo que quieren que digan sus escritos y cada uno lo escribe de acuerdo con el momento de escritura en el que se encuentra.
• El conocimiento sobre la evolución del sistema de escritura se hace fundamental para que los maestros y las maestras puedan observar y reconocer los procesos en los niños y las niñas, y que no pasen desapercibidos por no saber interpretarlos.
• Según (Ferreiro y Teberosky, 1991) En este proceso Se trata de responder con mayor acierto a las preguntas que hacen, a sus interacciones y a sus producciones escritas, al tiempo que se comprende que los niños aprenden en situaciones sociales.