Cuando panamá fue invadida por los Estados Unidos, Noriega huyó a la embajada del vaticano, donde permaneció 10 días, y el ejército estadounidense utilizó una barrera musical, de música de chorro fuera de la embajada hasta que fue intolerable, y Noriega se rindió y voló a los Estados Unidos donde fue juzgado, y sentenciado a 40 años de prisión.