La noción de pluralismo supone que se toma como marco de referencia una sociedad como totalidad bien delimitada: ahora bien, ese tipo de totalidad no existe, salvo (quizá) bajo la forma del Estado. Suponer una «sociedad global» equivale de hecho a invocar la existencia de Estados nacionales, es decir, de conjuntos sociales cuya estructura y fronteras son proporcio nadas por la fuerza armada. Se trata de una confusión muy grave para la sociología, lo cual, por supuesto, de ningún mo do significa que el sociólogo no deba tomar el Estado como objeto.
La noción de segmentaridad, por el contrario, presenta la ven taja de no confundir objeto real (el Estado) y objeto de cono cimiento (el sistema social). Se apoya en el postulado según el cual la «<sociedad»> es un agregado más o menos estable de «so ciedades» -categorías y clases sociales que viven a la vez en complementaridad y en lucha permanente.
Polisémica, equívoca, problemática: así aparece la institución al finalizar esta revisión de las variaciones del concepto en los diferentes sistemas de referencia donde se lo encuentra utilizado.
A. La polisemia. Desde la filosofía del derecho hasta los más recientes desarrollos de la sociología, la polisemia del con cepto de institución es evidente. Resumamos. La filosofía del derecho, a partir de Hegel, acentúa sobre todo el momento de la universalidad del concepto. Recuenta las normas univer sales, las formas de regulación establecidas, ya-ahí en los có digos o en la costumbre no escrita.
B. El equívoco. Como se comprende a partir de las observa ciones anteriores, el equívoco del concepto de institución re side en el hecho de que designa alternativa o simultáneamen te lo instituido o lo instituyente. Para la ideología dominante, formada en gran parte por una vulgarización del derecho y de la filosofía del derecho, la institución es la cosa establecida, lo instituido. La duración, la repetición del estado de hecho sirven para legitimar la institución.
C. La problemática. El concepto de institución es además problemático: esto significa que la institución casi nunca se ofre ce de manera inmediata a la observación o al estudio inductivo. Presente-ausente, la institución emite mensajes falsos di rectos mediante su ideología, y mensajes verdaderos en código mediante su tipo de organización. No se confunde con los objetos reales que designa en la ideología corriente o en e vocabulario jurídico-sociológico.