Esta función, que le es asignada a la educación, estaría en sintonía con el rol del Estado en cuanto a: la responsabilidad de convocar a los distintos actores de la sociedad al diálogo, a la negociación, a la concertación, por una parte, y al manejo efectivo de la tensión existente entre los procesos de concertación y toma de decisiones para garantizar la equidad, por la otra.