Pueden causar depresión, cambios psicológicos y del comportamiento, como aumento de la agresividad y la irritabilidad., síndromes afectivos psicóticos, trastornos del sueño, anorexia, retraso psicomotor, alucinaciones visuales y auditivas, confusión, ansiedad crónica y agorafobia moderada, dolor de espalda, atrofia testicular, caída del pelo, alteraciones visuales, hipertensión y soplos cardiacos.
Pues en si no me afecta, me ayuda a darme cuenta de las cosas que un deportista no debe consumir por su bien, ya que en un futuro el consumo de estas sustancias pueden generar muchos problemas a nuestra salud.