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Fisiología de las glándulas salivales - Coggle Diagram
Fisiología de las glándulas salivales
Las glándulas salivales, la mucosa gástrica, la placenta, el cuerpo ciliar del ojo, el plexo coroideo, las glándulas mamarias y algunos cánceres derivados de los tejidos comentados
Expresan el cotransportador unidireccional de iones de sodio y yodo, y transportan yodo contra el gradiente de concentración, pero el portador en tales tejidos no es modificado por la hormona estimulante de tiroides.
Secreción salival
La primera secreción con la cual tienen contacto los alimentos ingeridos es la saliva; ésta es producida por tres pares de glándulas salivales que drenan sus secreciones hacia la cavidad bucal.
Ella contiene diversos componentes orgánicos, los cuales inician la digestión (sobre todo del almidón, mediado por la amilasa) y protegen la cavidad bucal de bacterias (como la inmunoglobulina A y la lisozima).
La saliva sirve para lubricar el bolo alimenticio (facilitado por las mucinas)
Es hipotónica, en comparación con el plasma, así como alcalina; esta última característica es importante para neutralizar cualquier secreción gástrica que refluye hacia el esófago.
Las glándulas salivales constan de porciones terminales ciegas (ácinos)
Estas generan la secreción primaria que contiene los componentes orgánicos disueltos en un líquido, el cual básicamente tiene una composición idéntica a la del plasma.
Las glándulas salivales son de hecho muy activas cuando reciben una estimulación máxima, al secretar su propio peso en saliva cada minuto.
Para lograr esto, se hallan ricamente dotadas de vasos sanguíneos circundantes, los cuales se dilatan cuando se inicia la secreción salival.
Después se modifica la composición de la saliva, conforme fluye desde los ácinos hacia fuera a los conductos que finalmente confluyen y la liberan en la cavidad bucal.
Se extraen iones sodio (Na+) y aniones de cloro (Cl– ), y se añaden iones potasio (K+) y bicarbonato.
Dado que los conductos son relativamente impermeables al agua, la pérdida de cloruro de sodio (NaCl) vuelve hipotónica la saliva, sobre todo a bajas intensidades de secreción.
A medida que aumenta la tasa de secreción, se dispone de menos tiempo para la extracción de cloruro de sodio y aumenta la tonicidad de la saliva, pero siempre permanece un poco hipotónica con respecto al plasma.
En general, los tres pares de glándulas salivales que drenan hacia la cavidad bucal abastecen de 1 000 a 1 500 ml de saliva por día
La secreción salival es controlada casi de manera exclusiva por influencias neurales, y la rama parasimpática del sistema nervioso autónomo desempeña el papel más destacado.
Los impulsos simpáticos modifican levemente la composición de la saliva (sobre todo al incrementar el contenido proteináceo), pero tienen poca influencia en el volumen.
La secreción es desencadenada por reflejos, los cuales son estimulados por el acto físico de la masticación, pero en realidad aquélla es iniciada incluso antes que la comida sea llevada a la boca, como resultado de impulsos centrales activados por imaginar la comida, verla u olerla.
De hecho, la secreción salival puede ser fácilmente condicionada, como en los experimentos clásicos de Pavlov, en los cuales se condicionó a los perros para salivar en respuesta a una campana al relacionar este estímulo con un alimento.
La secreción salival también es desencadenada por la náusea, pero se inhibe al temer durante el sueño.
La saliva realiza diversas funciones importantes: facilita la deglución, mantiene húmeda la boca, sirve de solvente para las moléculas que estimulan las papilas gustativas, ayuda a la rapidez al facilitar los movimientos de los labios y la lengua, y conserva la boca y los dientes limpios
La saliva también posee alguna acción antibacteriana, y los pacientes con salivación deficiente (xerostomía) manifiestan caries dental con una frecuencia mayor en comparación con la normal.
Los amortiguadores presentes en aquélla ayudan a preservar el pH oral en 7.0, aproximadamente.
También auxilian en la neutralización del ácido gástrico y alivian la pirosis cuando hay reflujo del jugo gástrico hacia el esófago