De manera similar, aunque heredamos ciertas capacidades mentales, el desarrollo de esas habilidades intelectuales heredadas depende de lo que vemos alrededor cuando pequeños, la forma en que nuestros padres responden a nues- tros primeros intentos por hablar, las escuelas a las que asistimos, los libros que leemos, los programas de televisión que miramos e incluso lo que comemos.