Así pues, en el aprendizaje por ensayo y error, el animal enjaulado realizaba una serie de respuestas típicas de su especie entre las cuales una de ellas, por azar, daba lugar a la apertura de la puerta; las consecuencias satisfactorias de esta respuesta (poder acceder a la comida) servirían para fortalecer, gradualmente, una hipotética asociación entre el estímulo del interior de la caja-problema y la respuesta correcta.