Diarrea leve hasta un síndrome de malabsorción grave: Heces acuosas, semisólidas, esteatorrea, voluminosas y fétidas en varias ocasiones en el transcurso de la infección. Pueden persistir por tiempo prolongado síntomas como malestar general, debilidad, pérdida de peso, cólicos abdominales, distensión y flatulencia.