La tarea del Trabajo Social es la de incluir esfuerzos para convertir aspectos negativos de la experimentación de libertad, como angustia, miedo, inseguridad, en aspectos positivos como confianza, autoestima, autocontrol, empoderamiento.
La diferencia que aportan el existencialismo y el humanismo es considerar los aspectos negativos no como signos de debilidad o de enfermedad, sino como elementos básicos de la existencia humana, ya que todo el mundo los siente.
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