En la Guerra Fría y en el desarrollo de los procesos de integración y de globalización, elites científicas provenientes de diversas disciplinas sociales, políticas y económicas, se dieron cuenta de que los fenómenos emergentes no podían ser explicados al margen de la Geopolítica. Sin embargo, sin atreverse a contradecir el dictamen oficial de los vencedores de la II Guerra Mundial, optaron por dar origen a una emergente Geopolítica llamada “Crítica”, la cual surge como contestataria de los principios fundamentales de la Geopolítica Tradicional explicitando que sus postulados son diametralmente opuestos a los de aquella.