Podemos distinguir, aquí, lo que es el pensar, actividad psíquica donde concurren sensaciones, percepciones, vivencias, representaciones, etc., que se generan en la mente cuando pensamos algo, y el pensamiento propiamente dicho, que corresponde a un nivel lógico que nos permite formular ideas de carácter abstracto, que no se sustentan ya en imágenes ni representaciones siempre cambiantes o fortuitas.